El cáncer de mama en las últimas décadas ha afectado a un gran número de mujeres, pero aunque las estadísticas revelan que las mujeres mayoritariamente son las más afectadas, también los hombres en menor proporción lo pueden padecer.
No existe un método de prevención infalible contra el cáncer de seno, pero se pueden tomar medidas para tener el control de los factores de riesgos y así poder atacar el problema desde sus inicios. Existen factores de riesgo que están íntimamente relacionados con el estilo de vida y estos los podemos manejar con disciplina para evitar que nos afecte no solo el cáncer de mama, sino cualquier otro tipo de cáncer. También existe el factor de riesgo de cáncer de seno que no podemos modificar y a estos factores los podemos controlar sólo con el autoexamen diario y el chequeo médico semestral o anual.
El cáncer de mama se produce por el crecimiento desproporcionado de las células las cuales se manifiestan con la aparición de un bulto o protuberancia, el enrojecimiento y cambio de la textura de la piel, cambios en el pezón y secreción de líquido, entre otras alteraciones cómo:
- Venas con aumento de tamaño y se vuelven muy visibles.
- Hinchazón, sensibilidad en la piel del seno y enrojecimiento.
- Dolor y molestia permanente en la piel del seno.
- Hundimiento en un área de la mama.
- Modificación del de la forma de la aureola.
- Escamación y lesión en el área de la piel cercana al pezón.
- Irritación y sensibilidad en la piel del seno y pezón.
- Nódulo perenne que no disminuye su volumen.
- Aumento o disminución del tamaño de la mama.
- Aparición frecuente de los nódulos en los ganglios ubicados en el área de la axila.
- Cambios en la apariencia de la piel del seno tornándose gruesa y dura, parecida a la piel de la naranja.
Es importante que se realice la autoevaluación de las mamas a diario, ya que esto permitirá percibir cualquier cambio en su anatomía en el transcurrir de la vida y así tomar las medidas necesarias para la evaluación con un médico especialista. Existe varias tipologías de cáncer de seno pero el cáncer de seno más frecuente es el ductual que se inicia en los conductos que transportan la leche hacia el pezón, igualmente se puede presentar en las glándulas productoras de leche, llamado cáncer lobulillares.
Otra tipología que podemos citar son aquellos que se inician en otros tejidos de la mama y se les identifica cómo linfomas y sarcomas. No todos los cáncer se manifiestan a través de la aparición de bultos o protuberancias por eso es importante después de los treinta y cinco años realizarse un examen especializado como la mamografía, la cual es recomendable realizarla una vez al año si no se posee factores de riesgo y cada seis meses si posee factores de riesgos importantes cómo la carga genética.
Es necesario señalar que en la mayoría de los casos los nódulos o protuberancias que se palpan en la mama son de tipo benigno ya que aunque su aparición y crecimiento es anormal, no se propagan y expanden sus células a otras áreas del cuerpo y no ponen en riesgo la vida.
Para este tipo de patología la solución es la cirugía de mama para su extirpación, ya que al dejarlos allí, sí se convierten en factor de riesgo al transcurrir de los años. Al realizar esta cirugía para su extirpación igualmente es necesario someter los nódulos extraído a exámenes con un médico patólogo, a fin de descartar cualquier crecimiento irregular de las células.
A todo esto podemos concluir el autoexamen diario debe realizarse con rigurosa disciplina, además de realizar el chequeo con un médico especialista al menos una vez al año. Pero no menos importante es llevar un estilo de vida saludable.