lunes, 22 de febrero de 2021

Los mejores remedios caseros para tratar el acné

remedios caseros contra el acné

El acné comienza durante la adolescencia con la aparición de granos y espinillas y la lucha que se emprende en su contra debe ser de manera constante. El acné puede llegar ser el dolor de cabeza de los adolescentes principalmente, pero que también puede afectar a otro grupo etario.

El acné se produce debido a la inflamación de las glándulas sebáceas que se encuentran debajo de la piel y los tratamientos para combatirlos son muy costosos, por esa razón algunos recurren a los remedios caseros para el acné los cuales pueden ser muy efectivos y rápidos.

A continuación vamos a señalarte algunos de los mejores remedios caseros para el acné fáciles de hacer y que te pueden ayudar a combatir esa desagradable enfermedad:

  • Aloe Vera: Este remedio es muy efectivo para el acné, ya que puede actuar de diversas maneras como antiinflamatorio, antioxidante, aclarador de la piel y además también como antibacteriano. Para usar este remedio casero procedemos a cortar los tallos de la planta y la pulpa la aplicamos sobre las zonas afectadas directamente, esperamos unos 15 minutos para que haga efecto y luego la retiramos con abundante agua.
  • Jugo de limón: Para aplicar este remedio procedemos a exprimir varios limones en un envase, mojamos un algodón y lo pasamos sobre la zona afectada frotando de manera circular. También podemos partir el limón, aplicar la pulpa directamente y esperar 10 minutos para retirarla.
  • Huevo: La clara del huevo actúa como un hidratante natural y es efectiva para la limpieza de los puntos negros, grasa y demás impurezas. Para su uso procedemos a separar la clara del huevo y con un pincel la aplicamos sobre los granos, esperamos aproximadamente 15 minutos y la retiramos con agua tibia.
  • Agua con sal: Con este remedio casero limpiamos el rostro y también evitamos la acumulación de impurezas. Algunos dermatólogos recomiendan lavarse el rostro con agua de sal en vez de usar jabón.
  • Bicarbonato de sodio: Un gran remedio casero para el acné gracias a sus propiedades exfoliantes, así como también por su efectividad para combatir la grasa de la piel. Su efecto para combatir el acné se debe a sus propiedades antiinflamatorias y antisépticas y también a que equilibra los niveles de pH de la piel. Para su tratamiento procedemos a preparar una mezcla con agua y dos cucharadas de bicarbonato de sodio y la aplicamos sobre la zona afectada. Su uso no debe ser muy frecuente ya que la piel se puede resecar.
  • Miel: Es un tratamiento muy efectivo ya que posee capacidad para la eliminación de microbios y también por equilibrar el pH de la piel.
  • Ajo: Su eficacia contra el acné se debe a su efecto antiinflamatorio. Es un alimento que se puede conseguir muy fácilmente.
  • Pasta dental: Aplicamos un poco de pasta sobre cada grano y esperamos dos horas y luego enjuagamos la cara con agua tibia. Este procedimiento lo podemos realizar diariamente. También podemos aplicarla como una mascarilla y la dejamos durante la noche y en la mañana retirarla con agua tibia. Recomendable realizarse dos veces a la semana.
  • Dieta saludable: Eliminando de nuestra dieta los alimentos grasosos o poco saludables con seguridad podemos disminuir los efectos del acné. Por eso debemos cambiar los hábitos alimenticios y empezar a ingerir alimentos naturales y saludables y beber mucho agua, ya que de esa manera podemos eliminar toxinas a través de la orina.
  • Aceite de árbol de té: Este es uno de los remedios caseros para el acné más conocido. Con la utilización de este tratamiento podemos lograr disminuir la hinchazón y el enrojecimiento del rostro, esto es posible gracias a sus propiedades antibacterianas y antiinflamatorias que pueden eliminar la bacteria Propionibacterium acnés, que es una de las causantes del acné.

Prueba estos remedios caseros para combatir el acné, te garantizamos que, con tu dedicación, obtendrás buenos resultados.

sábado, 13 de febrero de 2021

Cómo saber si mi hijo es inquieto o hiperactivo

hiperactivo o inquieto

Los niños parecen tener mucha más energía que nosotros los adultos, mientras están despiertos, se encuentran en constante movimiento explorando su alrededor y podemos llegar a pensar que poseen una gran hiperactividad, pero antes de pensar en que tu hijo sufre de hiperactividad, ¿has llegado a pensar en que simplemente es un niño inquieto y explorador?

Es importante saber diferenciar a un niño inquieto de uno que sufre de hiperactividad y la energía que actualmente tienen los niños han hecho que se vuelvan cada vez más populares los estudios de especialistas para determinar este hecho.

En este sentido es importante tener presente que en la actualidad, la mayoría de los niños tratan de llamar la atención, generalmente son muy movidos, se desmotivan rápidamente, hacen verraqueras y gritan constantemente.

Ciertamente existe una gran confusión entre hiperactividad e inquietud, y en este punto es importante tener en cuenta que los niños están en un proceso de maduración y desarrollo, por lo que es imposible que se comporten igual que un adulto, esto es completamente normal. Aunque queramos que nuestros hijos sean sedentario, tranquilo, apático y obediente, esto no es normal.

Los niños normales, corren, juegan, tocan lo que les llama la atención y hacen ruido, aunque esto canse y agote a los padres, es una etapa de la vida que será superada, como lo superamos nosotros mismos cuando teníamos su edad. Otro aspecto que debemos tener en cuenta es que todos los niños son diferentes, así que no vale la pena comparar, algunos niños son más inquietos que otros, para los cuales es importante la estimulación, alimentar su necesidad de estar activos y aprender a manejarlos; estos tres aspectos son fundamental para desarrollar todo su potencial.

Hay otros niños en los que su inquietud es claramente perjudicial para ellos, en donde realizan una y otra cosa, que son completamente inútiles y que impiden su desarrollo intelectual, no respetan reglas y obviamente es una barrera para el aprendizaje, tanto en la escuela como en casa. Este tipo de niños por lo general se llevan las cosas por delante, tropiezan sin prestar atención al peligro y no logran focalizarse. Estos son lo que se podrían llamar “niños hiperactivos”.

La confusión entre hiperactividad e inquietud es muy común y se debe a que ciertamente tienen algunas características en común, sin embargo, tienen una diferencia principal que debes notar en tu hijo y es el déficit de atención, de hecho la hiperactividad es denominada como TDAH “Trastorno de Atención por Hiperactividad”. Si tu hijo logra concentrarse en tareas, actividades creativas y que alimenten su necesidad de mantenerse en actividad, entonces simplemente tu niño es un poco inquieto.

Por otro lado 5 de cada 100 niños sufre de hiperactividad, esto es una realidad y aunque queremos creer que nuestros hijos son perfectos, es importante determinar las limitantes que poseen para poderlos ayudar y que mantengan un desarrollo normal.

Este tipo de niños necesita un trato especial y ayuda, tanto de padres como docentes en la escuela, sin embargo todos los niños, sean inquietos o hiperactivos necesitan que los padres planifiquen rutinas, establezcan horarios y marquen reglas. Además de esto es importante que los padres estén conscientes de que los niños necesitan de su atención.

Este es el principal problema, los niños tienden a reclamar la atención que necesitan de sus padres con berrinches y otros comportamientos que llegamos a catalogar como hiperactividad y por otra parte, los padres de hoy en día no estamos preparados para contener a un niño con estas características, pues el horario laboral, la escasa tolerancia, poca paciencia y las prisas, sin embargo, debemos prestar especial atención a esto, pues este es un círculo vicioso que puede crear una ruptura emocional en las relaciones entre padres e hijos, afectado notoriamente a los niños y volviéndolos nerviosos e irritables.